“Nuestras religiones no son magia negra”: Las religiones de matriz afro en clave afrodescendiente

por Pablo E. Cosso (Universidad Nacional de Salta)

 Un retazo de tela blanca clavada en un árbol con tres brazos, cual tridente, herramienta simbólica de la divinidad africana Exu, proclama: “Nuestras religiones no son magia negra”. Se encuentra a pocos metros de la entrada al predio donde se desarrollan las 4tas Jornadas Federales de Reflexión y Trabajo organizadas por la Comisión 8 de Noviembre y la comunidad afrodescendiente local de San Félix (Depto. Jiménez, Prov. de Santiago del Estero). Esgrimida como eje de lucha anti-discriminatoria, a nombre de los pocos practicantes y referentes religiosos de matriz afro, allí presentes, la frase se inscribe en colores rojo y negro, símbolos cromáticos también de Exu, el abre-caminos, el mensajero de los Orixás.

Al igual que en años anteriores (Buenos Aires, 2016; Misiones, 2017 y Salta, 2018), entre los días 13 y 15 de setiembre, provenientes de varios lugares del país (Buenos Aires, Misiones, Salta, Córdoba, Santiago del Estero, etc.), numerosos activistas, artistas, capoeiristas, músicos, candomberos, autoridades afro-religiosas, docentes, estudiantes, etc., ligados al proceso de visibilización afrodescendiente en Argentina (africanos/as y afroamericanos/as migrantes, afro-argentinos/as y afrodescendientes) se dieron cita en un pueblo localizado en el seco, caluroso y polvoriento interior profundo de Santiago del Estero. Durante tres días ocuparon un espacio de uso comunal, localizado a 100 metros de un dique de contención de la escasa agua que posee el paraje, un pueblo que carece de luz eléctrica y que se mantiene ‘en pie de guerra’ para obtener la titularización de sus tierras, de su territorio “pre-existente al Estado-Nación”, en tanto, descendientes directos de esclavos negros africanos llegados durante el período colonial.

Las jornadas, a nivel interno, se organizan en torno a la constitución de mesas de trabajo, donde se abordan las diferentes problemáticas (educación, cultura y religión, comunicación, género, etc.) que afectan a la comunidad afrodescendiente en Argentina. Buscan que el Estado acompañe las soluciones allí esbozadas y que se enriquezcan en un debate mutuo,  procurando, a su vez, obtener información acerca de los diferentes programas y políticas de desarrollo social que pudieran beneficiar a los distintos sectores de la comunidad. Asimismo las jornadas constan de talleres, conferencias y eventos artísticos (rodas de capoeira, toques de tambores, bailes comunitarios, recitales musicales, etc.) que amenizan los interludios de discusión y toma de decisiones colectivas. Las propuestas generadas en las mesas pasan a engrosar los documentos finales que la Comisión 8 de Noviembre presenta al Estado en pos de la visibilización de la presencia africana, afro-argentina y afrodescendiente en el país.

El tema religioso, dentro de las jornadas de trabajo y reflexión, siempre ha tenido un lugar muy cauto, aunque no marginal; pocos referentes religiosos acuden a la mesa temática que engloba cultura y religión. Allí se suelen congregar algunos referentes del Candomblé, la Umbanda/Quimbamda y la Regla de Ocha. Estas jornadas, sin embargo, a comparación de las tres anteriores, vienen precedidas por un nuevo empellón dinamizado por la comunidad religiosa de matriz afro en Argentina para lograr trascender su simple pertenencia a la “diversidad religiosa” en pos de ocupar un lugar más igualitario en términos de un “pluralismo religioso” efectivo.

A lo largo del año 2019 se han desarrollado cuatro “Encuentros de Referentes de Religiones de Matriz Afro”, organizados por los mismos interesados en difundir la temática; encuentros realizados en diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires (Villa Tesei, Moreno, González Catán y Berazategui) apoyados por la Comisión 8 de Noviembre, luego de una primera vinculación organizativa con el Estado que quedaría trunca. Varios ejes guiaron esos encuentros (plasmados posteriormente en un documento): la obtención de permisos habilitantes para el libre ejercicio de los cultos religiosos en tiempos expeditivos; la búsqueda de fechas específicas para nutrir efemérides propias y la necesidad de trabajar con la sociedad civil (asociaciones civiles), entre otros. Sin embargo, uno resalta abiertamente el lazo que han entablado con la impronta de las jornadas: el de fomentar la conciencia de la auto-identificación como religiones afrodescendientes. Mediante este objetivo, se intenta concientizar a los dirigentes y practicantes de las religiones de matriz afro que el término “afro-religioso” debe homologarse al de “afrodescendiente”. La lucha contra la estigmatización religiosa ahora debe formar parte de la lucha por la visibilización de la presencia afrodescendiente en Argentina, no se trata, pues, como antes, de una lucha aislada. El tema afro-religioso debe ser pensado en el entrecruce con el activismo afrodescendiente y su marco de reivindicaciones durante el despliegue operativo del “Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024)” instaurado por la O.N.U. A partir de estos encuentros, surgiría el común denominativo de “Comunidad de Religiones de Matriz Afro” y su vinculación con la Comisión 8 de Noviembre, a los fines de “funcionar como un ente propio y tener identidad para comenzar con una agenda de trabajo propia acompañada por la Comisión” (Babalorisa Pedro Mallorca, referente afro-religioso y organizador de los encuentros).

La corriente de referentes religiosos de matriz afro ligada a la Comisión 8 de Noviembre apuesta al crecimiento público de los adherentes de sus religiones como síntoma estratégico en el plano de la visibilización afrodescendiente: hay que mostrarse como maza cuantitativa en vez de relegarse a los lugares asignados de anonimato y minorías. Otro punto de reflexión importante se enfoca en la lucha por la visibilización de la opción  estadística de «Religiones de Matriz Afro» para su inclusión en el Censo Nacional 2020. Un documento presentado recientemente al INDEC avala formalmente el pedido de incorporación al Censo, a instancias de conocer cuál es el número específico de practicantes religiosos [1].

Siguiendo la tónica de los encuentros anteriores, los referentes afro-religiosos compartieron mesa de trabajo junto a los artistas o “creadores”, como gusta denominarlos Alejandra Egido (artista y directora teatral afrocubana residente en el país) quien estuvo a cargo de su coordinación. Sentados alrededor de una mesa de madera rústica, situada en la zona central del predio comunitario de San Félix, se congregaron los/las participantes exponiendo sus puntos de vista y propuestas sobre las problemáticas artístico-culturales y religiosas acontecidas en diferentes lugares del país. Fueron parte de la mesa, entre otros/as, por  Buenos Aires: Tony Más (Babalawo y creador artístico afro-religioso cubano) quien estuvo acompañado por otro joven Babalawo; Café (músico colombiano, tocador del tambor alegre de Palenque); Diego Cardozo (candombero afro-uruguayo, “luchador de la cultura del Candombe”, según su presentación); Yael Martínez (Movimiento Afrocultural, Grupo Capoeira Angola Liberación, coordinador del Programa Afrocultural del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires); Hugo Lamadrid (activista y bailarín afro-argentino); Emanuel Ntaka (músico y productor afrodescendiente); Alejandra Egido (Teatro en Sepia); Pedro Mallorca (Babalorixa del Ile Ase Osun Doyo); Vanesa San Martín (referente artística afro-boliviana); Cristian Madruga (candombero y capoerista del grupo Capoeira Angola Fundo do Quintal) y Panter (capoeirista). Por Misiones participó Alejandro Coronil, percusionista de ritmos afrobrasileros, miembro de la colectividad de afromisioneros y por Salta, quien suscribe en el rol de acompañante académico del proceso de visibilización afrosalteño. También estuvo presente Mestre Dedeco (Capoeira Angola Fundo do Quintal), de visita por Argentina, uno de los primeros capoeiristas angoleros llegado a Buenos Aires, en 1995, desde Rio de Janeiro, acompañando la labor pionera de Mestre Pedrinho del Terreiro Mandinga de Angola. Por Santiago del Estero asistieron: Julio César Alderete, descendiente de pobladores afros de San Felix y Miguel Ángel Alderete, poblador nacido en San Félix. La participación de los/las pobladores de la comunidad local en esta mesa y en el transcurso de las jornadas, en general, fue muy tímida y silenciosa, a no ser por la de los referentes afrodescendientes locales más acostumbrados a las intervenciones públicas.

Las conclusiones de la mesa de trabajo “Cultura y Religión de Matriz Afro” de las jornadas desarrolladas en San Félix, enfatizaron en las siguientes problemáticas y soluciones:

Problemática:

Observamos una apropiación de las religiones de matriz afro por parte de personas ‘no afro’.

 Solución propuesta:

Consideramos que toda persona puede practicar cualquier religión de este origen, siempre y cuando, posea el aval de una comunidad afro-religiosa.

 Problemática:

Acceso a una instancia de “pluralismo religioso”. Pretendemos que nuestras prácticas religiosas sean reconocidas en igualdad de condiciones junto a las religiones mayoritarias existentes en el país.

 Soluciones propuestas:

-Afianzar la integración de los diferentes sectores que conforman la comunidad de religiones de matriz afro, al interior de la Comisión 8 de Noviembre, a los fines de mostrarse como expresiones culturales africanas y afrodescendientes.

-Trabajar de manera consciente y sostenida en el ámbito del Registro Nacional de Cultos con el objetivo de ampliar la inscripción de templos religiosos de matriz afro en el mismo, a instancias de nutrir el actual proceso de visibilización afrodescendiente.

-Exigir al INDEC que incluya entre las opciones religiosas propuestas para las mediciones estadísticas del Censo Nacional 2020: el ítem de religiones de matriz afro.

 Estas soluciones propuestas en la mesa de trabajo han sido realizadas con el ánimo de poder gestionar de manera legítima mayores políticas inclusivas para las religiones y religiosidades de matriz afro.

Retomando la imagen de la tela clavada en el árbol de San Félix…un retazo de tela blanca que habla de ‘lo negro’ como práctica mágico-religiosa nefasta impuesta sobre ‘lo afro’…una tela que propone des-estigmatizar a las religiones de matriz afro, a través de una frase escrita en negro y rojo, simbología cromática de Exu, divinidad africana…una frase que nos permite interpretar sobre un fondo blanco textil (materia paradojal del emblanquecimiento de la Nación Argentina): que existe una lucha afro-religiosa y afrodescendiente en marcha tendiente a poner límites colectivos al fenómeno histórico de la racialización de las jerarquías sociales, aún latentes en el país.

[1] El comunicado dirigido al INDEC menciona lo siguiente: “Los aquí firmantes, como miembros de la Comunidad de Religiones de Matriz Afro, que conformamos parte de la Comisión Organizadora del 8 de Noviembre, queremos hacer un llamado de atención ante las autoridades del INDEC […] al no estar contemplada en el modelo de Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2020, II Prueba Piloto a realizarse en el mes de setiembre del corriente año, la opción que visibilice a los/as practicantes de las religiones de matriz afro.” Amplia luego, en tono crítico: “Finalmente en relación a la inclusión de una pregunta que indaga sobre la diversidad religiosa de la población, lo cual valoramos como positivo, denunciamos la exclusión discriminatoria y racista de las religiones de matriz afro, como la Umbanda, el Candomblé, La Santería y el Batuque, así como también la espiritualidad ancestral de los pueblos originarios. Cultos históricamente arraigados en todo el territorio nacional, desde su conformación.”.

La página facebook de la Comisión Organizadora del 8 de Noviembre, con información sobre sus actividades aquí.