Exu y la Pedagogía de las Encrucijadas

Artista: Rubem Valentim

por Luiz Rufino (UERJ)

Comienzo destacando la necesidad de una agenda política que denuncie los lazos e impactos de la colonialidad en la educación y proponga formas de transgredir este modelo. Así, enfatizo tres puntos que considero relevantes: el primero es resaltar que el problema de la política del conocimiento también es étnico-racial, el segundo es el fortalecimiento de un modo de educación intercultural y el tercero es la elaboración de pedagogías descoloniales. Al tratar de vincular estos tres puntos en una propuesta educativa, propongo una Pedagogía de las Encrucijadas (Encruzilhadas) (Rufino, 2018) como un proyecto político / poético / ético. Esta pedagogía busca plantear preguntas y pluriversalizar (Ramose, 2011), la educación en el contexto de la colonialidad – desde la formación de profesionales hasta la producción de cuestionamientos sobre las prácticas pedagógicas ejercitadas en la escuela. El principal mérito de este proyecto es proponer a Exu como disponibilidad, matriz / motriz política / ética/estética/epistemológica/teórica/metodológica. En este sentido, señalo que Exu ha sido a lo largo del tiempo invisibilizado/desacreditado por la colonialidad/modernidad occidental, ya que es un principio que enfrenta y cuestiona su lógica de dominación y violencia.

Siendo Exu el principio, dominio y poder que se refiere al lenguaje como un todo, no restringido a las formas discursivas, sino como la propia existencia en su diversidad. Siendo el dueño del cuerpo, el soporte físico en el que está formado por experiencias, cogniciones y recuerdos, y siendo el principio de la imprevisibilidad y la inacabación del mundo, digo que Exu es también la fuerza impulsora que concibe la educación y las prácticas pedagógicas. Por lo tanto, al reivindicarlo como una forma de educación, el también se cuestionará cómo responderemos a los Otros en este trabajo en que debe primar la ética y la colectividad. En uno de los relatos de Ifa, Exu es quien  destruye la arrogancia de los sabios, supervisa los actos y compromisos hechos con la comunidad y celebra la vida al proporcionar alegrías a los justos. Una educación, pedagogía, escuela o plan de estudios que busque comprometerse con la diversidad y combatir la injusticia cognitiva/social deberá abrir el camino para que Exu pase.

Axé y Exu: el niño amado de Olorun, que lleva el fundamento de la vida

En la cosmogonía yoruba y, en consecuencia, en las invenciones paridas en los cruces (Rufino, 2018) transatlánticos, Exu resguarda y dinamiza los poderes divinos con los que Olorun creó el universo. Es por medio de sus operaciones que el axé se imanta, se guarda, se transmite y se multiplica, todos actos que definen su propia existencia/condición en cuanto ser/evento múltiple e inacabado. En palabras de Abimbola (1975), Exu es el administrador del universo, el principio del orden, la armonía y el agente de reconciliación. Así, el concepto de axé como energía vital -tanto en la cosmogonía yoruba como en las cosmopercepciones desarrolladas en la diáspora- está estrechamente relacionado con Exu.

Artista: Hugo Canuto

La encrucijada-mundo en que vivimos nos plantea una pregunta: ¿Cómo podemos combatir el despilfarro, la escasez y el desencanto propagados por un régimen contrario a la vida? Como dije y reafirmo una vez más, la encrucijada es el lugar donde se traga de una manera para escupir de una forma transformada. Por lo tanto, proponiendo una Pedagogía de las Encrucijadas, un proyecto político/poético/ético que tiene a Exu como la base teórica/ metodológica y comprende una serie de conceptos comprometidos con acciones antirraciales/descoloniales y políticas/epistemológicas, y expandiendo la noción de terreiro para pensar el mundo, digo: la educación es axé que opera para la dinamización de los seres; sin embargo, al igual que el fundamento del axé, precisa de los movimientos, los cruces y las proezas de Exu.

La educación de axé reivindicada por los practicantes de las comunidades de terreiros funciona como una especie de educación intercultural, que vincula la experiencia social del terreiro, basada en sus tradiciones, con el resto del mundo. En este sentido, estas experiencias revelan un modelo de educación, un modo de sociabilidad guiado por la organización comunitaria. Lo que presento como una propuesta titulada educación como axé está inspirado en estas experiencias, dialoga con ellas, pero tiene como objetivo ampliar el terreiro para pensar sobre el mundo. Es decir, no es necesariamente traer las formas ya codificadas en los terreiros como opciones, sino reclamar la disponibilidad conceptual del axé para la producción de otros caminos, que posibiliten otros cruces.

Las encrucijadas tratan sobre la pluralización, y su carácter descolonial, que en esta propuesta propongo como un acto de transgresión y resiliencia que proviene de los cruces, la reivindicación de no pureza, de los efectos de Enugbarijó (Boca que todo lo come) y de las sabiduría de los amagues y de los engaños al poder, que operan en las fronteras y vacíos dejados por el poder colonial. El cruce como concepto integrante (e integral) de la Pedagogía de las Encrucijadas, es estrictamente un efecto de la movilización de axé.

Así, cuando pienso en la educación como axé, mi propuesta es considerar el fenómeno educativo, en su naturaleza radical, como un fenómeno que surge de la existencia y la dinámica de las energías vitales (axé). La educación como un fenómeno radicalizado en lo humano emerge como una problemática filosófica que nos cuestiona sobre diferentes temas relacionados con el ser, el conocimiento, el poder, la interacción y el aprendizaje. Este fenómeno está directamente relacionado con la experiencia con el Otro, siendo su naturaleza radical su condición dialógica, diversa e inacabada. Debido a que no tiene escapatoria, registrándose como un acto de responsabilidad, la educación es pues un problema ético, ya que está implicada la dinámica inevitable de tejer experiencias con el Otro.

El concepto de axé surge entonces como una perspectiva para inscribir la educación. De esta manera, nos lanzamos una vez más en un rolé epistemológico pero también practicamos un ebó epistémico (Rufino, 2018). La codificación de una pedagogía establecida por Exu, proyecto antiracista/decolonial pluriversalista, solo es posible desde una educación que funcione como axé. En otras palabras, un fenómeno parido de nuestras energías vitales, que se lance en cruce, que circule y se multiplique de manera inacabada, produciendo encantamiento, potenciación de la vida en toda su pluralidad.

Exu, como portador del axé de Olorun, es también el supervisor del orden de las existencias. Exu practica el orden creando desorden, es el caos creativo. Por lo tanto, su carácter de supervisor está directamente implicado en lo que concebimos como una ética receptiva. En mi opinión, la prohibición/separación de Exu del proyecto-mundo occidental es uno de los principales factores para la producción de la experiencia humana (educación) basada en el monoculturalismo, la escasez y la miseria. La educación que se nos ofrece como modo dominante en el Nuevo Mundo debe leerse como parte de la agenda curricular del colonialismo. Esta es una forma descomprometida con la vida, ya que es contraria a la diversidad, la imprevisibilidad y las posibilidades y es, en cambio, fiel a la producción de seres acomodados y estancados en la semántica colonial.

Descartar a Exu es destituir la vida, ya que sin él el axé (energía vital) no puede ser dinamizado. Por lo tanto, reafirmo algo que ya dije, una educación que no considera a Exu, sus operaciones y efectos es, en resumen, una educación inmóvil, adversa a la vida, la diversidad y a las transformaciones. La Pedagogía de las Encrucijadas opera directamente para la ampliación de las posibilidades explicativas del mundo y, en consecuencia, en la intersección (el cruce) de estas posibilidades. Lo diré solo una vez para que no caigamos en las quimeras de las mentiras: la escolarización de Exu no es la agenda de esta propuesta. El encanto de este hechizo es la reinvención de los seres a partir de los fragmentos rotos, de la resiliencia, la transgresión y la sabiduría de los amagues y engaños al poder practicados durante más de cinco siglos en los márgenes de nuestras sociedades.

Artista: Carybe

La Pedagogía de las Encrucijadas borra la lógica de un mundo dividido. El antirracismo presente en esta potencia entrecruzada reclama una nueva dimensión para el ser humano. La encrucijada de Exu es un campo de posibilidades, de lo inacabado y de la invención. Es donde se enciende la vela y se vela por la vida. Es donde la oferta lanzada hoy golpea el deseo de ayer. En la encrucijada es donde juega el niño travieso que guarda el secreto de la vida, el aliento del ser supremo, el axé de Olorun.

Educación por Exu: ¿para qué y para quién? 

¿Para qué y para quién se propone la Pedagogía de las Encrucijadas? Desatemos algunos nudos para atar otros. La pedagogía riscada (trazada) en los poderes de Exu es verso encarnado, el mismo cuerpo que practica la esquiva (evasión) es también el cuerpo que golpea, la misma boca que escupe la palabra que bendice es también la que maldice, ata y desata, encanta y desconjura. Sin embargo, incluso si la dinámica es ambivalente, esquivar y golpear, defender o atacar, en la lógica de la encrucijada, solo es posible desde la ginga. Los saberes en la encrucijada, efectos de las operaciones de Exu, son saberes de ginga, de gambeta, de síncope, son mandingas incorporadas e imantadas en los soportes del cuerpo, manifestaciones de ser / saber incomprensibles por la lógica totalitaria. La Pedagogía de la Encrucijada se pare en el entremedio, en la diagonal, se encanta en el fundamento de la cáscara de lima, es un efecto del cruce que provoca desplazamientos y posibilidades, respondiendo éticamente a quienes históricamente han ocupado los márgenes y arrebata a aquellos que insisten en sentir el mundo de acuerdo con un solo tono.

La educación es un fenómeno que, además de ser tan diverso como las formas de ser, estar e interactuar en el mundo, porque es demasiado humana, implica una dimensión ética de la capacidad de respuesta / responsabilidad con el Otro. A lo largo de la expansión del colonialismo, un modus de gestión de la vida fue codificado, perpetrado y propagado en nuestras tierras. Este modus forjó mentalidades, idiomas, regulaciones, traumas, dispositivos de interacción social e intercambios simbólicos. Durante más de cinco siglos, se ha producido un modelo de educación que satisface las demandas de este régimen de ser/saber/ poder. Así, la agenda política/educativa forjada por el colonialismo europeo occidental ha practicado durante siglos, y continúa haciéndolo, desviaciones ontológicas y epistemicidas.

Desde la perspectiva de la encrucijada, la transgresión de lo que Fanon llamó colonialismo epistémico emerge como un acto emancipatorio que produce el arrebatamiento de aquellos marcados por la condición de subalternidad (colonizado), así como de aquellos montados por la condición de explotadores (colonizadores). La práctica de la encrucijada como un acto descolonial no apunta a la subversión, al mero intercambio de posiciones, sino a la transgresión.

Walsh (2009), a su vez, destaca una dimensión de la colonialidad que debería ser problematizada con atención: es la que se enfoca en el carácter cosmológico. En mi opinión, el acto descolonial es un acto en defensa de la vida, por lo que afirmo que las acciones de transgresión de la colonialidad permiten la reivindicación de otros principios explicativos. Esto es exactamente lo que propone la Pedagogía de las Encrucijadas.

Por lo tanto, esta pedagogía exusiaca (Rufino y Simas, 2018) es fiel a sus poderes primordiales de movimiento, cruce, borrado, despedazamiento, transmutación, invención y multiplicación. Este proyecto, basado en el signo Exu, no reclama un estatuto de verdad o de titularidad -no sería coherente hacerlo. Exu usa la capucha que prefiere en el momento. Opera en la ginga, en el síncope, en la diagonal, en los pliegues del lenguaje, expande el cuerpo y su sabiduría como un principio ético/estético. En este sentido, esta pedagogía, como una acumulación de acciones tácticas de engaño al poder no se reduce a ninguna forma creada, sino que cruza todo lo que existe y lo rehace.

Modos de educación practicados en terreiros de candomblé, umbanda, macumbas cruzadas, calles, esquinas y rodas de capoeira. Sabidurías de jongueiros, capoeiristas, sambistas, sujetos comunes practicantes del devenir cotidiano. En cada contexto, formas de educación propias. La educación es tan diversa y amplia como las experiencias sociales producidas a lo largo del tiempo. Estos otros modos, marcados por la subalternidad, revelan otras gramáticas y otros aprendizajes. La educación como un acto de responsabilidad ante la vida, implicada en las luchas contra las injusticias cognitivas y sociales producidas por el racismo/colonialismo, en los márgenes de nuestras sociedades desde que los primeros individuos afectados por estas lógicas de opresión aquí existieron.

La Pedagogía de las Encrucijadas no es un proyecto que marque una oposición absoluta a las formas de ser/saber occidentales. No propongo un proyecto absolutista que busca subvertir un modo totalitario por otro también basado en bases esencialistas. La pedagogía propuesta tiene su marca política en su propio nombre, encrucijada. De esta manera, es una forma fiel al movimiento, al cruce y a la transgresión. La pedagogía adoptada por Exu no niega la existencia de múltiples posibilidades, sino que combate la afirmación de una manera como la única creíble. Desde esta perspectiva, opera como Yangí, reconstruyéndose a partir de los fragmentos rotos, y también como Enugbarijó, tragándose todo lo que hay que restaurar de una manera transformada. La pedagogía tomada por Exu sigue la máxima de una educación como axé, que no es necesariamente una que se fija a un solo sustantivo negro-africano, sino que funciona como un movimiento de intercambio y acumulación de fuerza vital.

Así, la Pedagogía de las Encrucijadas encarna los dominios y principios de Exu para transgredir las intenciones monoculturales, monorracionales, que proponen un tiempo lineal y la escasez de posibilidades producidas por el colonialismo. La pedagogía presentada aquí reconoce, a través de la dominación y vigilancia del paradigma occidental moderno, la incidencia de un colonialismo / racismo epistemológico y sus impactos en las dimensiones pedagógicas con respecto a la formación de mentalidades, políticas educativas y la legitimación y la autorización del conocimiento existente en el corazón de las instituciones educativas. Los cánones de la enseñanza y las referencias del conocimiento y la civilidad son principalmente los que subyacen a la comprensión del mundo a partir de Occidente. La eficacia de este dominio es tanta que este conocimiento, que es solo una parte de la diversidad de conocimiento presente en el mundo, se defiende y se otorga a las instituciones educativas como si fuera un conocimiento universal.

Una educación que busca la emancipación debe estar comprometida con el Otro. Por lo tanto, parte del reconocimiento de la diversidad y la búsqueda continua del diálogo entre las diferencias. Es una educación pluralista y dialógica. Desde una perspectiva bakhtiniana, que también es fundamentalmente exusíaca, tener al Otro como prioridad es un principio de acción ética, es la respuesta responsable que le reconozco.

Consideraciones finales, pero provisorias

Exu es un principio explicativo del mundo, por lo que conocer y comprender sus inscripciones es una parte fundamental y necesaria para producir un reposicionamiento histórico y conseguir la justicia cognitiva social con sus devotos. Practicar Exu es más que un simple sentido restringido al contexto religioso, sino más bien una perspectiva gnoseológica negro- africana trasladada a, y multiplicada en, la diáspora. Por lo tanto, reconocer que es un saber practicado diariamente y que integra presencias, conocimientos e idiomas que difieren del régimen totalitario ejercido por la colonialidad, es parte del trabajo necesario para la reconstrucción de los seres traumatizados/condenados por este sistema. La educación, quizás, es uno de los principales efectos responsables de la formación de los seres. Por lo tanto, considerando que Exu emerge como una disponibilidad filosófica/conceptual/pedagógica para la educación, ¿por qué no practicar acciones guiadas por esta esfera de conocimiento y enfocadas en combatir el racismo/colonialidad?

Sobre esta cuestión es que se enfoca la Pedagogía de las Encrucijadas, proponiendo no sólo un giro político/epistemológico, sino también el entrecruzamiento de múltiples perspectivas, la convivencia y la inteligibilidad mutua que reivindica otras presencias y gramáticas. Exu transformado en el demonio judeocristiano, es quizás uno de los principales símbolos de marginación y subordinación producidos por la política colonial. No por azar, él mismo es el principio del lenguaje y de todo acontecimiento. De esta manera, romperemos con  la regulación de un modo de racionalidad racista generalizado/mantenido en el Nuevo Mundo que insiste en generar más escasez que emancipación del conocimiento.

A lo largo de los argumentos aquí presentados presenté la idea de una educación como axé, práctica implicada con la vida en toda su diversidad e inmanencia. Así, veo la educación como política de empoderamiento de los seres, empoderamiento comunitario, libertad y autonomía. Exu, siendo por excelencia el portador del axé de Olorun y responsable por la dinamización de todas las energías vitales existentes es, por lo tanto, una parte fundamental en la elaboración de un nuevo mundo. En este sentido, debemos apegarnos a la propuesta de Exu no como un mero fetichismo conceptual, sino como un saber practicado, una acción pedagógica comprometida con una ética antirracial/descolonial.

La Pedagogía de las Encrucijadas se basa en la propuesta de este nuevo mundo. Reclamando a Exu como una gnosis, esfera de conocimiento y planteando un paquete conceptual basado en su signo, la pedagogía firma (traza) un ponto (riscado) en el campo de la educación, el antirracismo y la crítica del colonialismo. Desde esta perspectiva, ¿qué está buscando una política, escuela o plan de estudios que no desea ser la verdad última de las cosas? La breve respuesta ratifica lo que se ha dicho a lo largo de este texto y se reitera como un final provisorio. En otras palabras, busca ser como Exu, dinámico, plural, inacabado y pasible de ser leído, enunciado  y practicado en todos los rincones de este mundo.

 Resumen y traducción de un texto original bastante más largo en portugués, aparecido en la revista Periferia en 2018 -que recomendamos leer aquí.

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Luiz Rufino

Luiz Rufino

Pedagogo, doctor en Educación por la Universidade Estadual do Rio de Janeiro (UERJ). Es profesor y autor de “Histórias e Saberes de Jongueiros” (Multifoco, 2014), "Pedagogia das encruzilhadas" (Mórula, 2019) y de los libros “Fogo no Mato: a ciência encantada das macumbas” (Mórula, 2018) y “Flecha no Tempo” (Mórula, 2019) en coautoría con el historiador Luiz Antonio Simas.
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