Los exvotos: materialidad de la comunicación con lo invisible

por Renée De La Torre (CIESAS Guadalajara)

La revista  Techniques & Culture, de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de Francia publicó recientemente un dossier sobre el tema de las técnicas votivas o exvotos que llamó  «Materializar los deseos» . El dossier estuvo dirigido por Pierre Olivier Dittmar, Pierre Antoine Fabre, Thomas Golsenne y Caroline Perré -y los invito a consultarlo. Este texto fue provocado por el contenido de la revista y por la invitación que los autores me hicieron a presentarla. Se publicó con el título «Retour sur l’ex voto: une lecture de Renée de la Torre» . Es  una reseña de la propuesta de la revista y del contenido de algunos de los artículos, pero a la vez es un diálogo desde mis travesías, encuentros y registros de exvotos en distintos santuarios del mundo, la mayoría católicos pero también de otras tradiciones,  en eso que mi querido amigo Hugo José Suárez llama  «sociología vagabunda» . Fue publicado en francés, y por primera ocasión se presenta en español para el Blog Diversa.

En la actualidad hay un giro epistemológico en las ciencias humanas que reconoce el peso de la materialidad en la cultura. Diferentes autores han llamado la atención sobre este tema. Entre los más reconocidos en el campo antropológico ha sido Tim Ingold (2015) quien invita a abandonar la concepción de la naturaleza como objeto para que giremos la atención hacia los flujos de los materiales, proponiendo una teoría relacional que cuestiona las epistemologías cientificistas. Por otra parte, Bruno Latour (2012), antropólogo francés, ha cuestionado la propia pretensión occidental de ser modernos a la vez que la miopía para desconocer la agencia de mundo natural, del mundo de las cosas y de los artefactos.

Imagen 1: Santuario al Señor de la Misericordia Enciso, Unión de Tula, Jalisco, 18 de marzo de 2018. Foto Renée de la Torre.

 

A este giro considerado filosofía materialista se han dado otras vueltas más moderadas sobre todo en la disciplina del estudio del hecho  religioso que ya no se interesa únicamente en estudiar las religiones (atendiendo sus principios estructuras organizativas, dogmas y doctrinas) sino que se abre paso para apreciar la religiosidad vivida (como lo plantean Ammerman, 2007, Mc Guire , 2008 y Orsi, 2015) fuera de los recintos religiosos: en la cotidianeidad y enfocándose en la relación que los creyentes guardan con los objetos materiales que son soporte de lo sagrado y trascendente. Entre estos objetos encontramos los altares, las medallas, las imágenes, las figuras, pero también las expresiones votivas que a manera de ofrendas se manifiestan mediante materialidades. Dentro de esta perspectiva –que fue muy desdeñada por el racionalismo científico y por la secularización del propio catolicismo impulsada por el Vaticano II– ha merecido también un nuevo impulso la atención a los estudios sobe la corporalidad (embodiment) emprendidos por Thomas Csordas (1994 ) y el valor analítico del carácter estético sensitivo y seductor de la materialidad (Meyer, 2018) y, por último,  los que atienden la carga afectiva presente en los objetos y su capacidad de generar experiencias sensitivas que incluso son difíciles de explicar con palabras (Newell, 2018).

Considero que el presente dossier encuentra eco en estas resonancias teóricas y metodológicas que permean el estudio de los exvotos, dejando de ser atendidos como meros materiales que documentan algo, sino siendo reconocidos como materialidades que transmiten afectos con cuerpos sensitivos.

Imagen 2: exvotos al Señor de las Maravillas, San Miguel Allende, México, 23 de agosto 2015. Foto Renée de la Torre.

 

Los exvotos pueden estar hechos en diferentes materiales. Contienen diversas estrategias narrativas y utilizan diferentes códigos estéticos para pedir, agradecer y atestiguar la intervención de un poder milagroso o sobrehumano sobre un problema vivido. Podemos reconocerlos como la expresión material del intercambio de dones-favores-agradecimientos entre los seres humanos y los no humanos –que no sólo son dioses, sino también pueden ser fuerzas de la naturaleza, energías facilitadoras o fuerzas sobrehumanas, sentimientos (como el amor, la suerte, el éxito o la fortuna e incluso esencias animales o vegetales)–. En esta revista, los autores se refieren al conjunto de ellos como fuerzas o esencias invisibles. Y los editores concuerdan en definir a los exvotos como una expresión visible de los intercambios con lo invisible.

Imagen 3. Ofrendas votivas en el panteón en Nápoles, Italia. 15 de Septiembre 2018. Foto Renée de la Torre.

 

Cabe mencionar lo atinado del título del dossier que no es para nada azaroso, sino producto de una reflexión que derivó en una definición: materializar los deseos. Este número reúne diferentes materiales (artículos, ensayos visuales, notas) que en conjunto nos permite reconocer las “técnicas votivas” como dispositivos materiales del deseo en diferentes épocas y en diferentes contextos geográficos. El deseo va de la mano de aquello que se valora en diferentes culturas, pero también pone de manifiesto aquellos bienes inalcanzables o que son escasos y por tanto necesarios, valorados y pretendidos. Uno de ellos –y quizá el más predominante—pues ha sido constante en la historia de la humanidad es el deseo por la salud, que es privada por enfermedades o por accidentes. Los exvotos son ofrendas que, encauzadas para pedir por la salud, bien pueden estar representadas por los órganos dañados (en figuras de cera, madera, dibujos, muletas, órganos). Otros exvotos, como son las tablas o relieves de mármol, o vasijas griegas, describen los actos votivos como por ejemplo el sacrifico ritual de ofrendar. Estos permiten identificar los espacios sagrados confinados a la actividad de ofrendar (como son los pinakulos griegos). Mediante estos materiales se puede también reconocer a las divinidades veneradas en cada época distinta, pero también las maneras y los medios de venerarlas y de complacerlas.

Imagen 4. Aparato ortopédico, en muro de Romualdito en Santiago de Chile, 17 de noviembre 2018. Foto Renée de la Torre.

 

En la revista se incluyen diferentes trabajos que tocan el tema de los exvotos y las prácticas votivas. Tratan de su presencia en diferentes culturas y religiones (no sólo en la católica) que aborda desde el neolítico en Chipre, pasando por la cultura clásica de los griegos, el medioevo de los cristianos, traído a América durante las colonias ibéricas, y practicado en Asia por taoístas y budistas. En la actualidad siguen vivas todas estas tradiciones, aunque transformadas e incluso desplazadas de los ámbitos meramente religiosos, ya que por un lado pueden ocurrir como ritos seculares (por ejemplo la actividad turística) o incluso como ritos que, siendo diferentes, pueden tener lugar en un mismo sitio (como describe el artículo sobre los musulmanes que asisten al templo católico de San Jorge en Turquía), pero también se hace presente en los rituales de equinoccio que se celebra en sitios sagrados (pirámides o lugares naturales) donde se practican simultáneamente y mundialmente diferentes ceremonias neopaganas.

Imagen 5. Exvoto a Virgen de San Juan de los Lagos, Jalisco, México.28 de mayo 2005. Foto Renée de la Torre.

 

Después de leer este dossier nadie dudará en hablar del carácter universal e histórico de los exvotos. El conjunto los artículos aseveran que puedan ser considerados como una tradición que mantiene una línea de memoria social de larga duración (Alves y Perré en esta revista). Ello se debe a que es una tradición presente en distintos países y continentes; es parte de la herencia cultural mediterránea; pero también del continente asiático. Existen exvotos con diferentes materialidades y estilos narrativos y estéticos. Se pide tanto por los vivos (como se ve en el caso latinoamericano) como por los muertos (como muestra Agnés Girard en este número con las imágenes votivas de las uniones post mortem en Japón). Se realiza también en diferentes sitios: a veces vinculados a los santuarios, a sus caminos de peregrinar y otras veces en lugares seculares (como pueden ser las antiguas cuevas o los puentes europeos donde hoy se acostumbra a colocar candados para materializar el amor líquido al que Bauman se refiere en sus ensayos de los tiempos posmodernos).

Imagen 6 . Exvoto a San Miguel Arcángel, Tlaxcala, México, 4 de junio de 2016. Foto Renée de la Torre.

 

Algunos de los artículos abrevan reflexiones teóricas buscando definir aquello esencial que hace del exvoto un exvoto, más allá de sus diferentes manifestaciones rituales. Entonces surge la pregunta: ¿Cuál es el centro de gravedad del acto votivo: el gesto o el objeto? Este asunto es importante pues el exvoto se inscribe en un practica performativa ritualizada que transforma el valor de los objetos y las materialidades mismas. Por ejemplo, transforma las mercancías en ofrendas y su vida útil termina cuando éstas dejan de ser exhibidas. También transforma el valor de los espacios donde se colocan convirtiendo una calle, pasillo o puente en un santuario del deseo. Por su parte, el objeto votivo puede estar tanto en un templo, como en casa, en una vitrina o en un museo. Pero a la vez –como lo señalan los coordinadores del número– su actividad ritual es efímera y fugaz, pero a la vez permanente y cambiante.

Imagen 7. Exvotos en la banqueta del santuario de Nossa Señora de los nudos, Campinas, Brasil,  3 de octubre 2017. Foto Renée de la Torre.

 

El estudio, catalogación y posterior análisis semiótico de los exvotos muestra que es un material de gran valor para adentrarnos al conocimiento de diferentes culturas. Por un lado, permite registrar las distintas modalidades de sufrir y de desear, estableciendo relaciones corporales con lo invisible. Si bien el dolor y el deseo han estado presentes en toda la historia humana sus contenidos cambian de acuerdo con las culturas y a las épocas: antes se sufría por la peste. Hoy se sufre principalmente por la falta de dinero o por la irrupción y fragilidad de las relaciones amorosas. También se transforman las formas rituales, los materiales con que se confeccionan (que van desde la plata y el metal, la madera, el papel fotográfico, el cabello humano o el humo del incienso, o los pixeles de una página web). Los materiales van cediendo su solidez a elementos más efímeros y volátiles compatibles con los nuevos soportes tecnológicos y de la sociedad de consumo.  También las épocas y las culturas imponen los códigos comunicativos y los espacios donde se realiza el pedir y el agradecer.

Imagen 8. Santa Lucía, Rio de Janeiro 13 de abril de 2013. Foto Renée de la Torre.

 

Imagen 9. San Judas Tadeo en templo de San Agutín Tlalpan,  Ciudad de México, 28 de agosto de 2014. Foto Renée de la Torre.

 

La colocación de los objetos también modificar su naturaleza simbólica. Por ejemplo, el mismo objeto que fue exvoto puede dejar de serlo al estar en una vitrina y reconvertirse en mercancía. O un objeto cualquiera puede estar en una sala de milagros y adquirir las funciones de un exvoto. E incluso dejar de ser expresión votiva cuando se coloca en una sala de museo para que sea admirado.  No obstante, aun en una sala de museo o en reproducciones gráficas (como las que nos ofrece este número especial) las colecciones de exvotos producen un efecto de lectura gráfica y accesible sobre la historia de las mentalidades y de sus representaciones, de las formas populares de comunicar o testimoniar, de las ansiedades y problemas que según las épocas experimentan los individuos y sus comunidades, de las maneras de pedir y agradecer milagros o intervenciones que transformen el estado de las cosas, de las mentalidades y su relación con las formas de organización material, de las formas populares de comunicar, y sobre todo de los regímenes que animan la veracidad de  las cosmovisiones o experiencias cosmológicas vinculadas con lo trascendente, lo sobrenatural y lo divino.

Imagen 10.  Sala de exhibición de exvotos en Santuario de Aparecida, 2 de octubre 2017. Foto Renée de la Torre.

 

Los exvotos pueden tener un valor arqueológico como vestigios de épocas pasadas, o histórico como material testimonial de tiempos y lugares lejanos que permite estudiar la evolución de las transformaciones de las culturas antiguas y de sus prácticas devocionales hasta el presente. Constituyen también documentos materiales o iconográficos que permiten a los estudiosos del pasado reconocer las aflicciones y los deseos personales, pero también acceder a la cultura religiosa en cuanto plasman las maneras de representar la relación entre lo divino y lo terrenal, lo cotidiano y lo sobrenatural, propio de culturas y civilizaciones. Tienen también un valor artístico o estético, pues algunos han llegado a constituir valiosas obras de arte y son apreciados por coleccionistas e incluso son formatos recreados por artistas contemporáneos. Además, han sido incorporados en manifestaciones de activismos políticos que visibilizan las desapariciones forzosas o las víctimas del feminicidio.

Imagen 11: Wall Dolls, el exvoto convertido en instalación política, Roma, Italia, 19 de septiembre de 2018. Foto Renée de la Torre.

 

Imagen 12 : Sarita Colonia,  Lima Perú, 27 de abril de 2017. Foto Renée de la Torre.

 

Las técnicas votivas son cada vez más apreciadas por los antropólogos ya que su estudio permite reconocer las estructuras de clasificación que nos ayudan a atender las interacciones entre lo santo y lo profano, entre la vida pública y la vida privada. E incluso permite entender los desplazamientos de las trascendencias en la vida secular, como son las prácticas votivas en torno a la muerte de la Princesa Diana o al cantante mexicano Juan Gabriel, los candados colocados en los puentes para conjurar amor y hacerlo más sólido y menos líquido y escurridizo, o la colocación de solicitudes de cartas románticas en el balcón donde supuestamente Julieta era visitada por su enamorado Romeo. Citando a Dittmar, Fabre y Perré: “Está claro que ejerce una difusión horizontal de los deseos por las cosas que ya no corresponden al esquema de una trascendencia” (p. 16).

Imagen 13: Muro de exvotos  al animita de Romualdito, Santiago de Chile, 17 de noviembre 2018 . Foto Renée de la Torre.

 

Un interesante artículo sobre los retablos que representaban el cuerpo enfermo de la ciudad de París provocado por la peste durante el siglo XVI muestra las representaciones que articulan las concepciones de la ciudad y el cuerpo doliente. Me recordó mucho al extraordinario trabajo de Carne y piedra de Richard Senett en donde desarrolla cómo las trazas urbanas estuvieron diseñadas conforme a los imaginarios que se tenían sobre el funcionamiento fisionómico del cuerpo. A través de la representación votiva de la ciudad como un cuerpo solidario que sufre de contagio se puede también acceder a las representaciones y a las experiencias corporales que articulan los modos de vivir la ciudad. Los usos pueden ser opuestos en la misma época. Por ejemplo, en Florencia Italia, el acto votivo fue instrumentado como prueba no sólo de la intervención divina sino de la relación de dicha intervención con miembros de la élite que lo instrumentaron como un signo del poder.

Imagen 14: camerino de exvotos en santuario de Bom Jesús, Bahía Brasil, 5 de abril 2013. Foto Renée de la Torre.

 

Abordar las expresiones votivas no sólo se refiere a estudiar los objetos, sino también de incluir al acto votivo. Esta actividad es en sí misma un sistema ritual mediante el cual se paga en agradecimiento a una deidad un favor recibido, pero está inmersa en un sistema ritual más complejo. Una experiencia cosmológica que ha estado presente en distintas culturas y religiones y que está vinculada con la magia, con lo espiritual, los poderes sobrehumanos, las creencias en deidades que actúan sobre los problemas de los seres mortales. Un sistema que permite mantener una comunicación con seres y fuerzas invisibles, pero que encuentra soporte en la producción y circulación de materialidades diversas que, al ritualizarse, se transforman ontológicamente.

El sistema votivo suele estar vinculado con los sitios sagrados. Lugares a los cuales se peregrina para pedir la intervención de las deidades y posteriormente para pagar por los favores recibidos. Este sistema de intercambios tiene también códigos simbólicos en los cuales opera la representación material o gráfica del malestar mediante estrategias narrativas como son la metonimia y la metáfora. Este sistema incluso aceita y mantiene el sistema del culto a las reliquias (muchos de las ofrendas se realizan en los lugares santos donde se encuentran las reliquias (objetos materiales de restos de santos) que a su vez establecen el vínculo entre el cielo y la tierra. En las sociedades actuales ni el protestantismo racionalista ni el materialismo consumista, ni la racionalidad científica experimental han   vaciado de sentido mágico trascendental a los múltiples rituales votivos.

Imagen 15: Los santos niños cuatitos (gemelos), Tzintzuntzan, Michoacán, México, 13 de abril 2019. Foto Renée de la Torre.

 

Imagen 16: El señor de los rebozos, Centro Histórico de la Ciudad de México, 13 de abril 2019. Foto Renée de la Torre.

 

En América Latina, sea en México como en Brasil, en sus capitales como en sus pequeños poblados rurales, el catolicismo popular es un hilo de continuidad de esta antigua práctica. Puede que los deseos hayan mudado colocando nuevas metas a alcanzar. Puede que las materialidades se hayan modificado en objetos más efímeros, de producción masiva, o incluso desechables. Pero, aun así –como lo menciona Caroline Perré– “El exvoto conserva la memoria del cuerpo, la del donante a sanar, la del sanador.” (p.132). El cuerpo está siempre representado, sea mediante partes de él (como las trenzas de las jóvenes que así agradecen su boda o con la donación de los cordones umbilicales de los recién nacidos). También el cuerpo se hace presente mediante metonimias (como son las representaciones de partes corporales en piezas de metal o de cera), mediante dibujos o fotografías de las cirugías o los accidentes, mediante objetos que muestran que hubo un accidente y salieron ilesos.

Imagen 17: exvotos de objetos personales en misión de Sierra Gorda de Querétaro, 18 de diciembre 2017. Foto Renée de la Torre.

 

Imagen 18: exvotos corporales en sala de exposición de exvotos en Santuario de Nuestro Señor de Bonfim en Salvador Bahía, Brasil, 5 de abril 2013. Foto Renée de la Torre.

 

En ocasión de mi visita al santuario de Aparecida den Brasil, me dirigí al lugar donde se exponen los exvotos. Este lugar está clasificado temáticamente por los empleados del santuario. Una de las vitrinas mostraba varios teléfonos celulares marca Black Berry con la huella del impacto de bala en la parte superior del aparato. Este objeto hecho para comunicar al convertirse en exvoto encarna y transmite una historia de alguien que iba a morir de un impacto de bala y que fue salvado por el lugar (entre la sien) donde tenía colocado el teléfono. El milagro se testimonia porque abemos que la víctima está viva y por eso pudo ir a agradecer. También encontré unas monedas que estaban acompañadas de la siguiente leyenda: “Ella pidió la protección a nuestra Señora de Aparecida. Una de las balas pegó en el dinero que estaba en su bolso. Gracias a Nuestra Señora José de Alencar no sufrió heridas”.

Imagen 19 :   Black Berry con impacto de bala en sala de exposición de exvotos, Santuario de Nossa señora da Aparecida, Brasil, 3 de octubre 2017. Foto Renée de la Torre.

 

Otros elementos corporales presentes en las salas de exvotos de los santuarios son las muletas, los trajes de novia o los suéteres, mamelucos de bebés.  Estas materialidades documentan un milagro relacionado con la sanación de una enfermedad o accidente. También documentan el milagro del dar a luz cuando hubo un embarazo riesgoso o había dificultades para embarazarse. Tienen una función comunicativa testimonial.

Imagen 20 :   Dinero y leyenda de agradecimiento por protegerlo de una herida de bala en camerín de exvotos, Santuario de Nossa señora da Aparecida, Brasil, 3 de octubre 2017. Foto Renée de la Torre.

 

Pero además los exvotos consisten en materialidades que comunican sensaciones (de dolor o alivio, de problemas o de éxitos) y que reafirman el milagro de sobrevivir y reproducirse. Algunos de estos objetos implicaron un sacrificio, otros son sólo testimonios físicos para comunicar lo que estuvo a punto de suceder y no se logró gracias a la intervención divina. Otros más son mero acto de repetición (el boleto, la moneda, la estampita que compró afuera). Actos que reproducen lo que ven que los otros hacen. Un impulso que activa el ver lo que otros han ofrendado e invita a la repetición y a la perpetuación de la fe.

Imagen 21: camerino de exvotos en santuario de Bom Jesús, Bahía Brasil, 5 de abril 2013. Foto Renée de la Torre.

 

Los exvotos documentan lo accidental de la vida, el sufrimiento cotidiano, las aspiraciones de éxito (ejemplo de ello son los títulos universitarios), los peligros, las soledades, los desprendimientos familiares, los problemas económicos, etcétera. Como lo señalan Fliche y Pénicaud: “La escritura votiva en un sentido amplio («heterografía») crea una estética que está determinada, en parte, por la experiencia religiosa” (p.144) pero a su vez tiene una fuerza fáctica para reproducir la creencia y el ritual.

Hay que ver y leer este número para reconocer que los exvotos han sido testimonio de épocas y culturas, y que sus adaptaciones actuales sugieren que es una tradición sin fronteras religiosas, ni temporales, ni geográficas, ni culturales que generan cadenas de amor (como los candados colocados por los turistas en miles de puentes de las principales ciudades del mundo) y que anuncian la continuidad y vitalidad de una tradición material y sensorial capaz de experimentar continuas metamorfosis.

Referencias bibliográficas

Ammerman, Nancy 2007   Everyday religion: Observing Modern Religious Lives, Oxford: Oxford University Press

Csordas, Thomas  1994    Embodiment and Experience. The existential ground of culture and self. Cambridege.   New York: Cambridge University Press.

Ingold, Tim  2015    The life of lines. New York: Rotledge.

McGuire, Mary  2008   Lived Religion. Faith and Practice in Everyday Life, Nueva York: Oxford University Press.

Meyer, Brigit  2018   A Estética da Persuasão: as formas sensoriais do cristianismo global e do pentecostalismo. Debates do NER, Porto Alegre, año 19, n. 34, pp. 13-45

Latour, Bruno  2012    Nunca fuimos modernos. Ensayos de antropología simétrica. Ciudad de México: Siglo XXI editores.

Newell, Sasha  2018    The Affectiveness of Symbols. Materiality, Magicality, and the Limits of the Antisemiotic Turn. Current Anthropology,  Volume 59, Number 1, February 2018

Orsi, Robert A.  2005    Between Heaven and Earth: The Religious Worlds People Make and the Scholars Who Study Them. Nueva Jersey: Princeton University Press.

Share
Renée de la Torre

Renée de la Torre

Reneé de la Torre es Doctora en Antropología Social por el CIESAS y la Universidad de Guadalajara. Anteriormente recibió la Licenciatura y Maestría en Ciencias de la Comunicación en el ITESO. Es investigadora nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y miembro de la Academia Mexicana de las Ciencias.
Publicado en Ensayos. Tagged with , , , .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *