por Brenda Carranza (UNICAMP, Brasil)
«Cristofobia» es un sintagma que se intensificó y se consolidó como una narrativa, elaborada por parlamentarios religiosos en el Congreso Nacional de Brasil, que afirma la existencia de persecución y amenaza, en forma de ataque a los cristianos (católicos y evangélicos), que serían vilipendiados por su fe, moralidad y creencias religiosas.
Esta persecución se materializa con un contenido concreto de supuesta degradación moral de la sociedad brasileña al naturalizarse y legalizarse las relaciones homosexuales, incorporarse las cuestiones de género y orientación sexual en las directrices curriculares del Programa Nacional de Educación (PNE/2014-2024), y convertirse en agenda de discusión los derechos sexuales. Tal persecución a los cristianos tendría agentes enemigos identificables: las comunidades LGBTI+ y el movimiento feminista.
Sin embargo, una persecución religiosa presupone una amenaza a los derechos de expresión y culto religioso (libertad religiosa) y ataques físicos y simbólicos a templos, iglesias, personas e incluso la muerte. En Brasil, de mayoría histórica, demográfica y simbólica cristiana, esto es inexistente. Por lo tanto, la narrativa parlamentaria cristiana se construye a partir de un sentimiento de persecución ficticia.
El Cristianismo es la matriz cultural brasileña que orienta el código de costumbres e inspira el horizonte jurídico, impregnando la visión de los derechos fundamentales garantizados por ley en la Constitución de 1988. Se deduce, entonces, que la retórica sobre la cristofobia de los representantes religiosos en el parlamento oculta una supremacía religiosa basada en la noción de nación cristiana, antes nación católica, desplazada con la pérdida de la hegemonía política del Catolicismo, lo que revela un clima de confrontación religiosa con los movimientos pro-derechos dela sociedad civil. El sentimiento compartido de persecución produce una unidad espiritual. Por un lado, porque la retórica de la cristofobia genera el sentimiento de amenaza a la unidad y, por otro, no deja de ser una estrategia que afirma que existe una persecución en Brasil que atenta contra la libertad religiosa de una mayoría cristiana.
En Brasil, de mayoría histórica, demográfica y simbólica cristiana, esto es inexistente. Por lo tanto, la narrativa parlamentaria cristiana se construye a partir de un sentimiento de persecución ficticia.
En esta lógica, es la persecución la que justifica atacar a aquellos que son una amenaza para la mayoría que integra la nación, que es cristiana. De alguna forma, hay en el término una distorsión argumentativa, es decir: se crea un imaginario de persecución religiosa que justifica acosar a aquellos que han sido erigidos como enemigos de los principios del Cristianismo y de los cristianos, todo en nombre de una fe que debe ser defendida.
En consecuencia, la cristofobia se convierte en la justificación discursiva que ciertos sectores cristianos conservadores utilizan contra la amenaza de los avances que el ejercicio democrático ha traído a las minorías sexuales y al movimiento feminista, ya sea al establecer la agenda social, ya sea al reivindicar derechos identitarios, sexuales y sociales.
La contorsión argumentativa, ya estudiada por Brenda Carranza y Christina Vital, se convierte en un ejemplo concreto de lo que Joanildo Burity denomina «minoritización», es decir, los evangélico-pentecostales siendo parte de las minorías, y habiendo sido beneficiados por la expansión democrática, actúan reactivamente como mayoría contra las minorías sexuales.
Siendo la cristofobia utilizada como estrategia retórica que afirma la supremacía de una mayoría cristiana y justifica la persecución de aquellos que no son mayorías ni demográficas, ni simbólicas, ni políticas, se convierte en una narrativa prejuiciosa con consecuencias discriminatorias. Por lo tanto, la idea de cristofobia es un prejuicio.
A lo largo de los años, la narrativa sobre la cristofobia se extendió también al Catolicismo conservador representado en el parlamento y alcanzó, a partir de 2019, el Poder Ejecutivo, ganando un tono de política internacional. El presidente de la República Jair Bolsonaro afirmó en la ONU, en 2020: «Hago un llamado a toda la comunidad internacional por la libertad religiosa y por la lucha contra la cristofobia».
La misma narrativa de defensa de la familia, persecución y amenaza al Cristianismo es identificada en el triunfo de Donald Trump, como presidente de los Estados Unidos (2017-2021). En este proceso, el miedo inherente a la larga tradición evangélica fue utilizado como táctica en el juego político, para una actuación pública en nombre de Dios para la defensa del Cristianismo. Énfasis similar se observa en el activismo judicial de los sectores cristianos que demuestra un proceso de juridificación de la política como estrategia de consolidación de la derecha cristiana en Brasil.
La cristofobia es, de esta forma, una narrativa de persecución cristiana impuesta por políticos evangélicos conservadores que, alegando amenaza inminente a la integridad de los valores de la sociedad brasileña, fomentan el miedo sobre grupos y movimientos ligados a las demandas identitarias y derechos sexuales y sociales.
Estos actores religiosos utilizan el sintagma «cristofobia» como estrategia política que reafirma un imaginario de nación cristiana, identifican a las minorías sexuales como enemigos del Cristianismo, distorsionan los argumentos de la real persecución cristiana, que en Brasil es inexistente, elevan el término a la agenda de gobierno, expandiéndolo internacionalmente, y se alinean con sectores de la derecha cristiana estadounidense.
El efecto narrativo sobre la cristofobia es el de insuflar ánimos de defensa religiosa ante un sentimiento compartido de amenaza y persecución. Por lo tanto, en nombre de Dios es posible desencadenar una cruzada santa de defensa de la nación.
Este texto fue publicado originalmente en portugués en NEXO/ISER
Referencias bibliográficas
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Burity, Joanildo (2015) Minoritização, glocalização e política: para uma pequena teoria da translocalização religiosa. In: Cadernos de Estudos Sociais, vol.30, n. 2, jul/dez.2015: 31-73.
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Fea, Jonh (2018). Believe Me the evangelical road to Donald Trump. Eerdmans Publishing Co. Michigan.
Rosado-Nunes, Maria José; Bandeira, Olívia; Pereira, Gisele (2021). Direito e mídia como arenas e estratégias do neoconservadorismo. In: Religião, cultura e política entre o progressismo e o conservadorismo (Dossier). PLURAL, Revista do Programa de Pós -Graduação em Sociologia da USP, São Paulo, v.28 .1, jan ./jun , p .5-16.
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