Religión y medicina reproductiva: las Técnicas de Reproducción Asistida son buenas para pensar (y creer)

por Ana Lucía Olmos Alvarez (UNDAV/CONICET)

Durante los meses de abril 2023 a abril 2024, un grupo de investigadoras del CONICET y de diferentes universidades nacionales, con distintas perspectivas disciplinares (antropología, sociología, trabajo social, estudios de género) llevamos adelante un proyecto sobre tecnologías de reproducción humana asistida (en adelante TRHA) y religión. El equipo lo integramos las Dras. Cecilia Johnson (CIECS-CONICET), Gabriela Irrazábal (CEIL-CONICET), Melisa Sánchez (IDEJUS-CONICET) y quien escribe, Ana Olmos Álvarez (CONICET-UNDAV). Titulada “Ciencias y creencias en salud reproductiva”, la pesquisa se enmarcó en la International Scientific Network for the Study of Science and Belief in Society (INSBS) – Universidad de Birmingham y fue financiada por la Fundación Templeton. Este encuadre contribuyó a construir una mirada que puso el foco en las articulaciones, matices, negociaciones entre ciencia y religión, trascendiendo la llamada “tesis del conflicto” que las entiende como sistemas de pensamiento inconmensurables y mutuamente excluyentes.

De manera que nos propusimos conocer y comprender cómo se tejen activamente las intersecciones entre ciencia (particularmente las tecnologías reproductivas) y religiones en las biografías de las personas que recurren a las TRHA. Este interés se tradujo en una amplia variedad de preguntas interrelacionadas. En primer lugar, nos preguntamos cómo se movilizan y refieren a esos campos, qué motiva el recurso a cada una de ellas, y cuáles son los pliegues y matices de la intersección. ¿Por qué las usuarias religiosas recurren a las TRHA si su religión no apoya e incluso se opone abiertamente a las técnicas?,¿cómo experimentan los tratamientos reproductivos?, ¿por qué realizan prácticas espirituales durante el tratamiento?, ¿por qué visitan santuarios religiosos y hacen pactos con potencias sagradas?

Nube semántica sobre la reproducción asistida en los principales medios de Argentina. Elaboración del equipo con asistencia del CPA Valentín Basel.

 

Abrevando en nuestros trabajos previos sobre ciencia, creencias y salud entendíamos que los actores construyen recorridos terapéuticos donde enlazan recursos tanto biomédicos como religiosos y espirituales. Haciéndonos eco de estos antecedentes y como segundo aspecto de análisis para el caso de las TRHA, enfatizamos la movilidad: la traducción de las articulaciones ciencia-religión en trayectorias e itinerarios terapéuticos que integran los distintos recursos. Para lograr un embarazo no basta con el tratamiento que indica un profesional, también hay que visitar santuarios, rezar la novena de San Ramón Nonato- patrono de las embarazadas y niños por nacer-, hacer pactos con seres poderosos, participar del ritual del útero… Estos hallazgos orientaron el tercer foco de nuestras indagaciones: la temática de la eficacia y las legitimidades diferenciales e inestables otorgadas a cada recurso como las expectativas y temporalidades (Olmos Álvarez & Johnson, 2022). Si el embarazo se logró, ¿fue por el tratamiento o por la promesa al Gauchito Gil? ¿si el tratamiento falló fue por un designio divino? ¿tuvo algún impacto que los estudios médicos fueran bendecidos durante las celebraciones o las estampitas que me acompañaron?

En el desarrollo de los itinerarios, las usuarias de TRHA entran en contacto con una amplia gama de actores: profesionales del campo de la salud (médicas/os especialistas en medicina reproductiva, en fertilidad, bioeticistas, psiquiatras, psicólogas/os, trabajadores sociales) como especialistas religiosos, sanadores, facilitadoras de talleres, entre otros. Estos expertos también articulan ciencia y creencias en su práctica. Conocer las modalidades en que esto acontece fue el cuarto foco de interés. ¿Cómo influyen las creencias religiosas en la práctica de profesionales y expertos? ¿De qué maneras manejan las necesidades espirituales de las personas usuarias y enfrentan objeciones morales y religiosas? ¿Qué impacto tienen las propias creencias religiosas en las decisiones sobre el cuerpo, incluyendo embriones in vitro y gametos?

Claro está que estas articulaciones e intersecciones tanto de personas usuarias y expertas no se producen en el vacío si no en el seno de una historia repronacional (Franklin & Inhorn, 2016). Este concepto fue clave para comprender cómo una tecnología global desigualmente distribuida, las TRHA, adquieren un sentido y una práctica en un entramado social, jurídico, cultural y religioso nacional particular. Por ello, y como quinta área de indagación relevamos los aspectos normativos, jurídicos y legales en torno a la ciudadanía reproductiva, los tratamientos y los embriones que resultan de ellos. ¿A quién se incluye y a quién no en el contrato nacional y bajo qué condiciones?¿Cómo se representa a los embriones? ¿qué rol tienen en la arena pública? ¿emergen dilemas éticos asociados a estos tratamientos que se dirimen en la agenda pública y qué papel juegan los actores religiosos en ellos? ¿de qué maneras se actualizan (o no) los marcos normativos para incluir los avances tecnológicos?

Frente a esta multiplicidad de aristas identificadas en la articulación ciencia – religión en medicina reproductiva, se nos planteó el desafío de su traducción metodológica. Optamos entonces por una estrategia mixta que combinó diversas técnicas. Entonces, realizamos encuestas nacionales a población general (Irrazábal, Olmos Álvarez, & Johnson, 2023) y a personas usuarias (Johnson, Olmos Álvarez, Irrazábal, & Sánchez, 2024). Efectuamos entrevistas en profundidad a usuarias y expertas de TRHA adscriptas a diferentes religiones. Dada la relevancia de las redes sociales como espacios de intercambio para conocer alternativas terapéuticas garantizando su eficacia y legitimidad, relevamos los perfiles de profesionales y personas expertas que cada vez son más explícitos acerca de sus concepciones sobre los tratamientos, la reproducción, la salud y el cuerpo de las personas usuarias. El recurso al webscraping habilitó el conocimiento de cómo se plantea la discusión sobre TRHA en los principales medios de Argentina. También construimos un corpus de diversas fuentes documentales que incluyeron leyes, protocolos de atención y casos judiciales. Last but not least, – y acá toma centralidad mi carácter de etnógrafa serial-, hicimos trabajo de campo en espacios sociales donde se manifiesten percepciones y sentidos acerca de la salud reproductiva comprendiendo ámbitos religiosos-espirituales como instituciones hospitalarias.

Pensar en términos de historias repronacionales profundizó la clave comparativa. En este sentido, hicimos un doble movimiento. Por un lado, dialogamos con colegas que examinan los procesos reproductivos con TRHA entre personas usuarias y expertas inscriptas en el islam, el judaísmo, el catolicismo, el evangelismo. Por otro, con analistas centradas en los contextos de Brasil y España. Estos intercambios quedaron registrados en dos seminarios abiertos.

Las experiencias con TRHA fueron buenas para pensar. En el desarrollo del proyecto advertimos que implican procesos novedosos y transforman las maneras en que las personas se relacionan con la ciencia y con la religión. En la búsqueda de comprender estas novedades, abordamos a la ciencia y a la religión como dos dimensiones que se imbrican activamente y los actores sociales configuran visiones, lenguajes, prácticas, modos de creer y atravesar sus biografías.

Se sumó a ello que estas articulaciones lejos están de ser unívocas o unilineales. Por el contrario, poseen ramificaciones y transformaciones situadas donde se pone en juego la agencia de quienes los atraviesan. Agencia que se despliega tanto en la construcción de un proyecto a futuro (reproductivo) como participaciones e itinerarios por distintos espacios a los que se les atribuye valores en función del momento biográfico y de acuerdo a múltiples dimensiones que se intersectan.

Particularmente, advertimos que las creencias, las prácticas, los rituales, las materialidades y espacios sagrados constituyen, no solo una herramienta que hace inteligible, comprensible la experiencia individual (y/o colectiva) de las personas. También en las experiencias reproductivas conforman un sistema de apoyo emocional, decisional y comunitario que aborda un área que el sistema biomédico, desde su racionalidad científica y foco en lo individual, excepcionalmente incorpora como ámbito a atender. Asimismo, posee una eficacia que se complementa y potencia con la biomédica (Roberts, 2012).

En síntesis, si, las TRHA fueron buenas para pensar y seguir pensando porque desafían estructuras, instituciones e imaginarios.

Referencias

Franklin, S., & Inhorn, M. C. (2016). Introduction. Reproductive Biomedicine & Society Online, 2, 1-7.

Irrazábal, G., Olmos Álvarez, A. L., & Johnson, M. C. (2023). Creencias y actitudes sobre los embriones Tercer Informe de la Encuesta Ciencia, Salud, Creencias y Sociedad en contexto de pandemia Covid-19 en Argentina. Materiales de Investigación, 12, 22.

Johnson, M. C., Olmos Álvarez, A. L., Irrazábal, G., & Sánchez, M. (2024). Cuestionario Encuesta sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRHA) y Creencias. Argentina, 2024.

Olmos Álvarez, A. L., & Johnson, M. C. (2022). Biomedical Treatment and Divine Assistance: Complementary Reproductive Itineraries among Catholic Women Users of Assisted Reproduction Technology in Argentina. Anthropology & Medicine, 29(4), 383-398.

Roberts, E. (2012). God’s laboratory: Assisted reproduction in the Andes. Berkeley: University of California Press. Ver un texto suyo en el blog DIVERSA aquí.

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Ana Lucia Olmos Alvarez

Ana Lucia Olmos Alvarez

Doctora en Antropología Social (UNSAM, Argentina), Investigadora Asistente del CONICET (Argentina) y Profesora Adjunta Regular de Teoría de la Cultura designada por concurso en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
Publicado en Ensayos.

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