por César Iván Bondar (FHyCS- UNaM- CONICET). Publicado originalmente en la revista AVA. Imágenes de Carybé.
La Gallina de Angola. Iniciación e identidad en la cultura Afro-Brasileña. Arno Vogel, Marco Antonio da Silva Mello y José Flávio Pessoa de Barrios. Buenos Aires: Editorial Antropofagia. 2014. (Traducción del original en portugués: Juliana Sanchez Nardelli y Santiago Álvarez).
Como punto inicial cabe señalar que La Gallina de Angola en esta nueva presentación posee particularidades relevantes. En primera instancia habilita la socialización del saber socio-antropológico sobre las religiones afrobrasileñas entre población interesada y comunidad científica hispanohablante; por otra parte invita a la re-lectura de una de las clásicas etnografías sobre la complejidad y sofisticación de las prácticas rituales y ceremoniales del candomblé.
Del mismo modo, transgrede las ataduras académicas mostrándonos a investigadores comprometidos con la heterogeneidad de las formas de ver, sentir, vivir y transmitir “la vida” del entramado/sistema simbólico del candomblé; cruzando el umbral hacia una exotopía de vanguardia y compromiso ético-político con la labor antropológica.
El texto resuelve de forma atractiva y llevadera la urdimbre del complejo ritual, los sentidos y los diálogos entre lo inteligible y lo sensible en el campo que convoca a los investigadores; haciendo honor al enunciado expuesto en el Prólogo, reconociendo (y compartiendo) que: “Los ritos ayudaron a resolver ese problema, pues, en verdad, es tan instructivo lo que los hombres dicen sobre sus símbolos, como lo que hacen con ellos” (pág. 15). Zambulléndose en las prácticas rituales, la fiesta, la danza y la ofrenda el texto emprende un diálogo entre el ethos, la cosmovisión y las cualidades socio-antropológicas de los Dioses y los Hombres bajo el rabillo vigilante de las constelaciones simbólicas afrobrasileñas en general y del candomblé en particular.
Los autores exponen de forma laxa –pero rigurosa– y libre –pero comprometida– sus apreciaciones en torno a “cómo y por qué la gallina de Angola es, en pleno derecho, el símbolo focal del candomblé” (pág. 16), partiendo de una propuesta abierta en lo que respecta a la comprensión de los ritos, los signos, las significaciones y sus relaciones. Estos elementos de la religión afrobrasileña, y sus variantes regionales y locales, pudieran resultar “naturales” ante la mirada de los interlocutores nativos (“habitantes” y habitados por el campo de la etnografía). Por el contrario, llaman la atención ante la observancia del forastero; no solo por su recurrencia sino además por la exaltación de su abanico de variopintos tonos, sonidos, aromas, y sabores que se mestizan en la escritura de los autores: una invitación nueva; reencontrar en lo comúnmente estigmatizado el elixir de la diversidad y la otredad florecida.
Deambular por el contenido del texto, que por sus encrucijadas, idas y vueltas (nutritivas) pareciera “ser” el mundo de Esu; enreda y des-enreda las prácticas y particularidades que los autores desean exponer bajo la premisa Iniciación e identidad en la cultura Afro-Brasailena; pues en esas encrucijadas transculturizadas moran los elementos distintivos de la compleja cultura abordada y de los procesos rituales vividos y narrados. Vivir y narrar posibilita que el lector pueda acceder a la heterogeneidad de formas de construcción de las identidades de los practicantes dependiendo de los sistemas litúrgicos y las interpretaciones de la cosmogonía.
Otro de los aportes que merece ser rescatado es lo que refiere a la no uniformidad de estas religiones hasta hacia dentro de una misma nación y/o tradición; particularidad atribuida en parte a que ellas no están aún “eclesificadas” respondiendo a manierismos litúrgicos específicos. Ello nos habla de un gran desafío que los autores debieron sortear, poseer una especial perspicacia en la observación, los registros y las escuchas para poder discernir entre las generalidades y las particularidades; dimensiones resueltas a lo largo de los capítulos y que recuperan una especificidad de la disciplina antropológica de valor insoslayable.
Asimismo algunas de las páginas de la Gallina de Angola huelen a colonia y perfume, otras saben a maíz y manzana, pueden ser blancas, amarillas, celestes, doradas, rojas o blancas con pintas negras; quizás otra convocatoria al lector: preparar a los sentidos para una lectura con sabores, colores y aromas en forma de grafía deconstructiva de la complejidad afrobrasileña.
La noción de complejidad a la que aludo deviene de poder observar cómo el abordaje de los autores nos pone frente (y dentro) de prácticas, rituales y cultos para nada cristalizados, inertes o pretéritos; si bien poseen una fuerte ligazón con la ancestralidad (mítica-ritual y humana) se hallan inmersos en sendas y cruces de continua renovación y actualización; aproximándonos a la necesidad de lecturas holísticas en torno a las particularidades que, por ejemplo; distinguen a “este” candomblé de otros más cercanos (o más distantes): la imagen del mercado nos habla de estas heteróclitas giras y formas.
Para el lector neófito en la temática, y para el “neófito”, este libro proporciona una aproximación cualitativa que no puede obviarse en los estudios de religiones comparadas, análisis ritual o antropología simbólica. Del mismo modo en lo que respecta a lecturas metodológicas y modos de acercamiento, en algunos casos, a la otredad significativa.
En otro nivel del abordaje hallamos las aproximaciones a una etnografía del rito donde los autores vislumbran las interrelaciones entre el “povo do-santo”, los “filhos-de-santo”, las posiciones de (y en) la estructura del grupo ceremonial, los tiempos cósmicos, los “saberes”, cuerpos, cantos y “trayectorias en el santo”. La descripción y análisis de este proceso ritual responde a una propuesta metodológica relevante, a saber: “El análisis de los símbolos debe hacer referencia, necesariamente, a lo que se dice de ellos en la cultura a la que pertenecen. El requerimiento antropológico de ver las cosas ‘desde el punto de vista del nativo’ presupone el acceso a los saberes (…)” (pág. 44). En este sentido los autores ahondan en los decires, haceres y sentires implícitos en las secuencias ritualizadas de estas religiones; en la dimensión interpretativa y de la performance ritual. Estos acercamientos permiten apreciar –en creciente profundidad– las convergencias, divergencias, complementos y relatividades en el habitus de los practicantes del candomblé y percibir cómo se producen- re/producen y significan los entrecruzamientos y relaciones organizados en función de las posiciones y obligaciones en la estructura de los grupos ceremoniales.
No podemos pasar por alto la relevancia de los aportes en lo que respecta a las tramas narrativas; en los planos del rito y el mito. Estas experiencias narrativas, recorridas y analizadas desde una premisa cualitativa, encaminan a los exploradores del texto a visualizar como se vive, siente, percibe y re-crea el mundo de los orisa y sus proyecciones a la vida humana/mortal: motivamos a emprender este recorrido por los oficios rituales.
A lo largo del libro las aproximaciones, descripciones e interpretaciones que realizan los autores en torno a los cantos, agonías, danzas, giros, vestuarios, ajuares de los más variados, experiencias vitales y sacrificiales posibilitan el tránsito hacia la comprensión creativa de los archipiélagos que constituyen –a mi entender– uno de los más complejos (y bellos) procesos rituales que convierten, trasmutan, trasfiguran y re-generan las prácticas vitales de los iniciados y cruzados en el candomblé. Las voces de los iniciados y cruzados son recuperadas dando cuenta de cómo se requieren procesos crecientes de identificación e implicación para el registro e interpretación de las letras sagradas, movimientos performativos, estructuras rituales para el reordenamiento de la entropía, son (re)construidas a lo largo del material: como una poética de lo complejo, el destejido y tejido de marañas de sentidos y acciones de la cosmogonía y la cosmología de las religiones afro-brasileñas.
El texto en su totalidad alberga y socializa sobre las diversas temporalidades, funciones e intercambios materiales y simbólicos que entran en juego en las prácticas descriptas. En el mismo sentido obra, con absoluto respeto relativista, como un médium que oficia de traductor de experiencias que difícilmente podrían ser conocidas –por otras vías– por la totalidad del público interesado.
Me permito este ludus terminológico atendiendo a una cualidad que considero debe ser mencionada: estamos frente a un material cuya originalidad etnográfica deslumbra, pero también ante un proyecto que lleva a la grafía la memoria oral y las doctrinas del candomblé. Ello posibilitaría vislumbrar desde una perspectiva diacrónica la reconfiguración y actualización de los procesos rituales, así como brindar a los fieles un componente escrito donde se halla parte de su memoria e historia.
La producción de los autores atiende además a la historia migratoria esclavista, ritual, mítica y mágica de los contingentes humanos que regeneraron en tierras del actual Brasil formas mestizas y mixturadas de relación Hombre-Dioses-Naturaleza. La lectura del material llama a la reflexión en derredor de lo insoslayable que resulta el estudio de los procesos rituales, cultos y creencias para la comprensión de las sociedades humanas y sus estructuras: otro recorrido que hallamos en esta propuesta bibliográfica.
Como corolario y refiriendo entonces a las ligazones entre el material reseñado y las consideraciones vitales del reseñador, no puedo obviar mencionar el hecho de que mi primera aproximación a la Gallina de Angola fue en su versión en portugués e indagado para la confección de mi monografía de grado en 2004-2005, es un placer regresar a él diez años después y poder abordarlo en español dando cuenta de una responsable traducción de la mano de Juliana Sanchez Nardelli y Santiago Álvarez. Este recorrido, aludiendo a otra analogía, ha sido como en el “barco de uno solo”, idas y vueltas, relecturas y discusiones, cruces y descubrimientos que hoy se reactivan: en compañía de la Gallina de Angola.
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