El estudio de la diversidad religiosa precisa, antes que nada, de un profundo replanteo de varias de las categorías y teorías desde las cuales pensamos el rol y las características de las religiones en nuestras sociedades -tanto en el presente como en el pasado.
Lejos de ser un epifenómeno reciente de las sociedades contemporáneas, la diversidad religiosa se manifestó con fuerza y pujanza a lo largo de toda(s) nuestra(s) historia(s), pero su visibilización y relevancia fueron notablemente restringidas por nuestros preconceptos teóricos, que llevaban a visualizar sus manifestaciones como evidencia de «otra cosa»: «magia», «brujería», «espiritualismo», «esoterismo», etc.
Varias entradas del blog DIVERSA reflexionan sobre nuestro uso acrítico de categorizaciones y perspectivas teóricas (frecuentemente, originadas en contextos sociales muy diferentes a los latinoamericanos) e intentan aproximarse a nuestras realidades sociales con otro arsenal de teorías y conceptos.